Las ofertas laborales donde te ofrecen un contrato mercantil son cada vez más frecuentes, esto es las personas son contratadas para trabajar en una empresa, pero no forman parte de la misma, suelen ser contratados como autónomos. Dado que estos contratos son cada vez más frecuentes se recomienda revisarlos detenidamente antes de firmarlos para saber cómo afectan con Hacienda y con la seguridad social. En este artículo trataremos de explicarte las características de un contrato mercantil y como funciona y aclarar las dudas que se tiene al respecto.
Pasos a seguir:
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Derivado de las crisis muchas empresas han visto disminución en su situación económica, esto ha provocado que las empresas busquen la forma de cubrir sus necesidades empresariales y han optado por contratar a las personas mediante un contrato mercantil, en lugar del contrato laboral, es una forma de contrato entre dos empresas, dos autónomos donde queda reflejada la relación laboral como el salario, la jornada laboral y derechos de cada una de las partes etc., etc…
Por lo tanto debes saber que con estos contratos no formas parte de la plantilla de la empresa, esto es no tienes seguridad social y formas parte de las declaraciones de Hacienda, lo que tienes que hacer es darte de alta en hacienda como independiente para poder trabajar dentro del marco legal.
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De esta forma es como las empresas contratan los servicios de un profesional para que sea trabajador externo de la empresa y con este tipo de contratos no tienen otra obligación la empresa con el trabajador más que el pago. Por lo regular esta forma de trabajo se le ofrece a comerciantes, profesionales expertos en alguna materia o personas que trabajan por su cuenta.
Es importante revisar este tipo de contratos, pues dependiendo el trabajo que realizar, es posible que no te convenga, pues tendrás la obligación de realizar todos tus pagos por tu cuenta (el pago de la cuota de autónomos, el IVA, el IRPF, etcétera) y no contaras con seguridad social.
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Es importante que antes de firmar estos contratos se acuda a la Tesorería para darse de alta como independiente y saber cómo funciona este tipo de contratos, si no se procede a darse de alta, se esta trabajando de forma ilegal y se corre el riesgo de que hacienda te descubra y te imponga una multa cuantiosa.
Los contratos mercantiles suelen firmarse entre dos partes que están en el mismo nivel: uno ofrece sus servicios de forma independiente (legal) y otro los solicita. Una vez que las dos partes se ponen de acuerdo proceden a redactar el contrato y deberá ser firmado por las dos partes, en el cual se incliyen los términos del pago la jornada laboral, el derecho a días de vacaciones (o no) y los demás aspectos que se acuerden.
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Si trabajas con estos contratos, es importante estar conscientes de que las características no son las mismas que los contratos laborales y no se cuenta con los mismos derechos laborales. Para ser más claro te informamos de las diferencias entre el contrato mercantil y el laboral:
En el contrato laboral el pago es mediante una nómina en la cual se descuenta las cotizaciones a la Seguridad Social; a diferencia del contrato mercantil el prestador del servicio tendrá que emitir una factura a la empresa que lo contrato descontando el IRPF e incluyendo el IVA.
En el contrato laboral se incluyen prestaciones como las vacaciones pagadas, la baja médica, las excedencias y algunas más. En el contrato mercantil ninguno de estas prestaciones se incluyen, a menos que se llegue a un acuerdo con la empresa.
También es muy importante la prestación de desempleo que se tiene si se cuenta con un contrato laboral y este derecho se tiene en caso de quedarse sin trabajo, a diferencia de trabajar independiente y tener contrato mercantil no se cuenta con esta prestación.
SI bien es cierto que los contratos mercantiles tienen muchas desventajas comparándolos con los laborales, estos tienen algunos beneficios como por ejemplo, ser tú tu propio jefe, poder organizarte tu propio trabajo, no tienes que registrar tu entrada y salida en una empresa, etcétera. En este artículo te descubrimos las ventajas de ser autónomo.
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Es importante saber que se cuenta con diferentes tipos de contratos mercantiles que se pueden ajustar a las necesidades de las partes involucradas y tienen características concretas. A continuación te descubrimos los más usados:
De cambio: En este contrato, suele llegar a acuerdos en el caso de que se realice un intercambio de un bien por otro como, un ejemplo, una compra-venta de un vehículo, el contrato de obra, etcétera.
De colaboración: Se trata de una entidad contrata a alguien para que realice un trabajo en concreto y de manera pronta como, por ejemplo, puede ser el caso de un escritor con su editor, una agencia con su representante, etcétera.
De préstamo y crédito: En dicho contrato se está gestionado por entidades bancarias y se suelen firmar cuando se da una prestación económica a un particular o empresa y que la relación comercial se basa en el pago de intereses.